“Las mercancías y las empresas no existen separadas
unas de las otras. Ellas forman un conjunto. Según la metafísica empresarial,
el dinero es el lazo entre todas ellas.” F. Hinkenlammert
Ya pasó el 23 de enero y con el
una serie de especulaciones esperadas por las redes sociales. Ya había usado
esa frase antes, el 10 pasado http://www.rdndigital.com/2019/01 . Podría escribir el mismo párrafo introductorio
de esta sobre las esperanzas creadas en una parte importante de nuestro pueblo,
pero como aún no se ha dilucidado el panorama político en su totalidad, mejor
esperamos. Lo cierto es que el diálogo se ve lejano y con él las soluciones
económicas conjuntas, gobierno – oposición, tan necesarias para construirnos
como Estado.
Se ha criticado mucho al
marxismo por introducir este concepto, que para los defensores del capitalismo
es poco menos que una ilusión. La economía, para estos últimos, no tiene
relación con la política. Cualquiera sea la ideología del gobierno que llege a
obtener el poder político, no debería tener un desempeño económico diferente a
los que el sentido común de la ciencia económica dicta.
Pero como dice mi pueblo: el
sentido común es el menos común de los sentidos. Yo siempre me he preguntado:
¿Existe el sentido común? Y de ser afirmativa la respuesta ¿Quién pone las
pautas o reglas a este? Hoy y de acuerdo a la cobertura de los mass media, como
lo que domina nuestro ambiente es el tema político y no el económico, trataré
de explicar humildemente y de manera sencilla porque existe una economía
política.
Comenzaré por explicar tres
conceptos, que por supuesto, mis lectores conocen a plenitud. Sin embargo, les
daré mi visión sobre estos conceptos para hacerme entender de una manera mas
simple. Los tres conceptos son Estado, Gobierno y Política. Si ud va a iniciar
un diálogo sobre la situación del país, le sugiero aclare con sus contrapartes
estos tres conceptos, porque sino, los acuerdos mínimos dialógicos son
imposibles de hallar.
El Estado es una estructura de
poder, creada por la clase dominante para mantener a raya a la clase dominada.
Este concepto como uds saben es una aproximación a la definición de Lenin sobre
el mismo. La forma en que una clase política se convierte en dominante, es
punto de otra discusión: elecciones, represión, invasión de fuerzas foráneas,
aclamación de masas, son algunas de las maneras que conozco mediante las cuales
una clase política se ha hecho con el poder del Estado. Pero una vez que tiene
el poder, la estructura será usada para lo que fue creada: mantener la
dominación de las mayorías y para eso se otorga al Estado el monopolio de las
armas.
El gobierno es ese pequeño grupo
de personas que se hacen con el poder y se encargan de administrar el Estado.
No se discute en este concepto si lo hacen bien, mal, regular o peor es nada.
Llegaron al poder y les toca administrar la estructura del poder que ha tomado
forma en el Estado. Y consecuentemente, aquí viene el tercer concepto,
política.
La política es el arte de
administrar los bienes de todos y esos bienes están dentro del Estado. Por lo
tanto dependiendo del gobierno que llegue al poder y de su manera de entender
la administración de los bienes, establecerá una política administrativa del Estado.
Y es aquí donde surgen la mayoría de los problemas, puesto que de acuerdo a las
ideas que el grupo de gobierno tenga sobre cómo hacer llegar los bienes a todos
los miembros del Estado, aparecerán las políticas, adecuadas o no a los deseos
de las mayorías.
Explicados estos, ¿cómo ve este
humilde servidor lo que está pasando en el país? Durante estos veinte años, la
clase política que se hizo con el poder, no era la que tenía el poder
económico. Por lo lo demás, este poder
económico lo obtuvo esta otra clase polítca, a través del Estado y su renta
petrolera, cualquiera fuera el gobierno que lo administrara. Al proponer el
nuevo grupo de poder, una administración diferente de dicha renta, propició un
enfrentamiento directo con el antiguo grupo de poder.
Este enfrentamiento, a mi modo
de ver, apenas está empezando. Y ya podemos asegurar que tiene un alcance
internacional y cuasi global. La forma de entender la política de distribución
de la renta de nuestro petróleo, no parece convencer, no sólo a clase política
anterior, sino a un grupo de gobiernos del mundo occidental, que se han
atrevido a amenazarnos con una intervención militar. Y tristemente, este es
otro de los escenarios manejados por el Dr. Gavazut, citado en mi anterior
columna.
No se puede pensar en salir de
un gobierno a costa de destruir el Estado. Y eso es lo que los gobiernos de la
supremacía blanca quieren. Fue lo que hicieron en Libia, no acabaron con
Khadafi solamente, destruyeron su infraestructura para poder sacar su petróleo
de manera gratuita, como hasta ahora lo han hecho. Por cierto, el hoy famoso en
Venezuela, Banco de Inglaterra fue uno de los que retuvo las reservas del
gobierno de Libia y después lo entregó al gobierno interino para la
reconstrucción del país, pero en forma de créditos bancarios. Que bueno es
hacer economía con dinero que no es tuyo, así cualquiera se hace millonario,
hasta los que no tengan sentido común.
Ya en el 2002 cuando la clase
política saliente intentó volver al poder, presionando económicamente al gobierno
de turno con un paro de PDVSA, estaba atacando no a un gobierno, sino a la
gallina que producía la renta de todos los venezolanos. Es decir se atacó al
Estado.
Sino se tiene claro a quien se
le hace oposición política, podemos terminar destruyendo al Estado venezolano y
esto mis queridos lectores significa perder lo que hemos construido en los
últimos cien años, generaciones enteras de venezolanos. Mucho cuidado porque
como siempre digo: parafraseando a Churchill, la economía es una cosa muy seria
para dejársela sólo a una clase política que confunde Estado con Gobierno,
Jesús nos proteja. Hasta otra ocasión.
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